elaborado con leche cruda de oveja se deja curar durante 3 meses mínimo, pasado este tiempo se le añade la trufa que hace del Moliterno una verdadera obra de arte, derrocha sabor y aroma a trufa por los cuatro costados, ligeramente picante debido a la leche cruda, su aspecto es inconfundible por las vetas de trufa que surcan todo el queso.